1.
Lástima que no sea poeta, que mi […] me haya abandonado,
entonces, sentirme desdichado, sin prudencia... podría llevar este dolor con
corcheas, ostentarlo abigarrado de amarillos tulipanes, sería bello. Todo aquel
que observara, acertaría, juicioso exclamaría ¡suntuoso poeta!
El poeta lleva a cuestas escollo y herrumbre , con
galanura dandiesca asoma lo cotidiano, perdido, helado en lo arcaico. Lástima que
no sea poeta.
2.
Noche, pálida y macabra nube que a mi dintel asoma, enmascara
un presagio. Nube puta, nube voluble que embriagas redonda la aún sutil aurora.
3.
He imaginado rebosante de volumen el airoso porvenir de
mis años, he machacado las dichas, las lúgubres escenas en mi odiosa cabeza, y
ahora, que incendio mis labios el bosquejo sinuoso contenido rio arriba se
incendia también. Debo continuar, tal vez, consumido, me vuelva uno de tantos
iluminados, un pregonero de la Fe, de la creencia arrumbada, un alabado por
siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario