miércoles, 14 de diciembre de 2011

Punto

Resuene la huella. El placer disforme y un beso…carcomido se acercan el sueño.

En la marea latente un hilo de luz mi sed llueve, y oh… élan vital. Negras pupilas precipita erebo diestra vuelta, soplo insensato, sombrío.

Instante que lamenta insaciable, cesa la vida y la invierte cesa también.

Él, nulo. Y Yo, igual de incierto.
                                                                                                                                          
-Hazlo…a ver si así por fin te mueres-



viernes, 22 de julio de 2011

Ses Baisers


Que lluvia más silenciosa, dactilar. 

Ápice de sed, ósculo cobalto que el trazo coloca sobre el asfalto vaporoso. Él, quien tu voz roba, soldado Ariel que te unge y danza… me abrasa el gélido vaivén. 

Te amo.

Han pasado contables momentos desde entonces, ninguno en verdad significante, nunca la blanca caldera apareció tan sombría, ojos de mártir renegado, que se apagan. 

Oh sopor... Frenesí, ilusión. 

Narices prodigiosas en incendiaria actividad, tacones al turrón, olor a sabana ¡sensual asquerosidad! Hedor crepuscular de la urbe sin memoria.

Soy un libro viejo, un trasto abollado, hay días…

Y es que cuando me arrancas lo haces de las sienes hasta la nuca, distal, espacial, espectral.

Con voraz triturar desaparece la sangre, hendida de besos. Y fría, la trémula succión del trocar, a tu belfo corolado, rocío perfumado, con humana magia imana. 

Tengo celos.

Tengo miedo.

Tengo hastío…
[Hambre
Ansiedad
Deseo]
Tengo pedazos. 

Luna insegura que fosforescente despunta, albura resonancia, hoy no debías venir, has errado tu fluctuar mirando suspenso al bermejo lobero. No hables, disfraza.  

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ensayo rapido


Tiende el hombre al retorno infinito a lo que se ha denominado ciencias del espíritu o humanidades, pues aun inmersos en la empujante cultura del cientificismo es imposible desechar por completo el bagaje filosófico y religioso propio de la cultura. 
En su conexión con la physis y la naturaleza moderna el hombre se mira abandonado a la conciencia. Si bien advierto en la autoconciencia el fundamento de certeza de todo conocimiento, su carácter secundario en cuanto a la percepción del ser hunde al hombre en el sopor de la percepción misma.

El hombre antiguo se sabía parte de la naturaleza(physis), en cambio el hombre moderno somete a esta naturaleza, pues si bien se sabía parte de ella pone al centro de la misma al hombre como amo del todo, aseverando más tarde que no es más que materia sometida a leyes, sentencia que con todo lo racional de su siglo perdería su fuerza sin una metafísica/ontología que amalgamara tal concepto en el espíritu(psyche) del hombre sin excluirlo de aquella materia(hylé) o lo redujera a la irrealidad, de acuerdo a la intersubjetividad que delimita la idea.

Entonces ¿Qué es del hombre actual respecto a esto, cuál es su posición en la naturaleza? Encuentro en el grueso de hombres de la época(S. XXI) un hambre inane de sí, se sabe gobernante de su realidad inmediata pero lo hayo incapaz de una proyección psíquico-corpórea más allá de su límite(confort) ilusorio.

No considero errado haber apartado la divinidad, es decir, la idea de Dios como fundamento del todo, de hecho es digno de la gloria eterna el valor de los primeros que dudaron, aquellos primeros físicos, este continuo reclamo del hombre a toda idea que lo limite supone de manera necesaria un nuevo arché. El hombre actual no busca un origen en sentido místico o mítico, busca un principio, un arché más puro, uno que lo signifique como fenómeno, como hecho existente que crece, en movimiento, siempre en acto, aquí converge la physis con la naturaleza moderna. Uno y lo mismo, lo Uno.

Lo Uno revela al hombre su conciencia, como un actuar pensante, pues solo la razón hace del ser una evidencia. Es en este punto de revelación de la existencia perceptible donde el vacío tiene un papel sustancial, y entiendo por vacío un espacio que nada contiene y que figura la figura de todo ente, el espacio lógico.

Pienso que toda teoría que reduzca toda existencia a percepciones debería, en primer lugar, entender que el solipsismo es solo posible si se aceptan como preexistentes el vacío(espacio lógico) y el tiempo, al estilo heraclíteo de lo Uno. Aquel que hable del no-ser, debe comprender en un principio esta infraexistencia del ente para después aseverar, como lo hago yo ahora, que este no-ser no supone la inexistencia sino lo completamente opuesto, un Ser latente, siempre en posibilidad el Ser de ser. Este no-ser es el axioma precedente solo a la existencia razonada, no a la existencia entitica.

-Om Gam Ganapataye Namaha-


miércoles, 4 de mayo de 2011

Y luego que? jajaja, solo divagué.

No tiene fin este simbólico mundo ¿Qué es lo que hemos hallado? Unos cuantos despojos, que si queremos vernos románticos, Dios dejo para nosotros, para alentarnos a buscar eso que llamamos “verdad” y bueno… una vez que la tengamos ¿Qué haremos con ella? Contemplarla enajenados cual ateos renegados y radicales de tabla. Porque, finalmente, nuestro mundo no es el de las respuestas acrisoladas, beatificas, y así es mejor.
La vida beata me parece estúpida y pretenciosa, el arrabal, altanero, así que mezclo a conveniencia los destilados y que obtengo: la aburrida normalidad, ese juicio inconforme, al que todos, sin excepción alguna, imputamos ideales y necedades condicionantes de lo que probablemente sea “mejor” ¿mejor para qué? Más allá del egoísmo se halla la comodidad, es el confort aquello que todo ser “vivo” busca, creo haber encontrado en mi escasa vida seres a los que les era más cómodo el letargo que la acción, aquellos que niegan la felicidad y la vida porque, a mi parecer, no soportan el peso de las mismas, no están listos para lo que conllevan, quien esta listo de todas formas, no es cobardía, es confort. Entiendo por confort un estado, el del bienestar, y sin entrar en subjetivismos morales y percepción de hechos traducidos a sentimientos, ese estoicismo ridículo que reduce al mundo a percepciones y ve en él no más que sucesos trágicos y sufrimiento, debería voltear la mirada a una zona fuera de sí. Porque cuando el ojo es divino se ve a sí mismo, y no hallo en la verdad otra unilateralidad que no sea la de ser verdad.
Pensemos por un momento en algo ajeno a nosotros, un suceso del que presencialmente seamos extranjeros, es ahí donde lo estoico se rompe porque se acoraza en necedad, porque si bien el estoico tolera, nunca podrá aceptar. Lo interesante de la observación es la facilidad con que la imagen se distribuye entre la subjetividad de los observadores y más interesante aun es la conducta con que discernimos sobre lo que nos es ajeno, toda persona ha sido testigo de cómo el mismo hecho es en cierta medida adaptado o justificado de acuerdo a necesidades imperantes en la psyche del individuo. El hombre occidental mira con ojos de lastima la crueldad tribal de áfrica pero no mira su salvajismo new wave que ostenta con orgullo, nombrado por él: humanismo, pues del mismo modo adaptamos toda conducta social y moral. Todos somos “humanos” para nosotros solamente, lástima que el lenguaje sea tan inmenso como carente de definiciones. Dime que me odias, que me amas, que estas triste, que estás perdido, dime lo que te venga en gana, pero después trata de explicármelo para que te decepciones al ver en mi cara lo absurdo que suena en el exterior tu sentir, y no hay otra forma, encuentro en la duda el gran artífice.

lunes, 2 de mayo de 2011

sábado, 23 de abril de 2011

Satirion 1.2

¿Has visto? Seguramente no… no importa, quédate a mi lado, puede que se repita. No sé qué debo hacer ¡Estoy histérico! Cual partícula de polvo en una esquina, la más inalcanzable de la habitación, mi figura se resbala de tus palmas, ciego el grano de tu risa yace arrumbado en lo profundo de un ápice, germen imposible. Opaco lo mira la apocynacea, flor pestilente que con aroma crudo refleja pálido el vaivén oceánico. Fuerte como roble la parasita crece, ha logrado florar en tus cuencas vacías, son sin duda los ojos más hermosos que haya visto, – lastima su humano aroma – tengo ganas de arrancarlos y hacer una guirnalda que corone tu mármol. Sería inútil de hecho, te has ido con las flores y la mar, guiada por las nereidas al fondo de lo inacabado.
Tiesto de vida fértil y maleza cubierto, prometo cuidar tus brotes carnosos si a cambio no desfiguras la estampa y custodias, secular planta, cual Erinia iracunda el planeta que duerme en tu entraña.

viernes, 22 de abril de 2011

Nada es importante


¿Por qué buscamos la expresión y la forma intentando vaciarnos de todo contenido?, ¿ Por qué no abandonarnos a nuestra fluidez interior, sin ningún afán de objetivación? Hasta hallarse repleto de uno mismo...no en el sentido del orgullo sino de la riqueza interior, estar obsesionado por una infinitud íntima, en eso consistiría vivir intensamente...

Querer vivir y morir en sociedad es una debilidad lamentable.

Yo siento que debería morir de vivir y me pregunto si tiene sentido buscarle una explicación a ese sentimiento.

El hecho de que yo exista prueba que el mundo no tiene sentido.


Que el mundo haya permitido la existencia de un ser humano como yo, prueba que las manchas sobre el sol de la vida son tan grandes, que acabarán ocultando su luz...
La bestialidad de la vida me ha pisoteado y aplastado, me ha costado las alas en pleno vuelo y me ha negado las alegrías a las que hubiera podido aspirar. Toda mi energía y fuerzas derrochadas para obtener un equilibrio, un restablecimiento vital, todo ha resultado ser más débil que la irracionalidad de éste mundo, el cual ha vertido en mi todos sus recursos de negatividad envenenada.

Los hechos que me suceden parecen convertirme en un globo que está a punto de estallar. En ésos momentos extremos, se realiza en mí una conversión a la Nada.
Se muere a causa de todo lo que existe y de todo lo que no existe. Lo que se vive, se convierte a partir de ése instante, en un salto a la nada.

La muerte es la única obsesión que no puede volverse voluptuosa, incluso cuando la deseamos, ése deseo va acompañado de un arrepentimiento implícito. "Quiero morir, pero lamento quererlo", eso es lo que sienten todos aquellos que se abandonan a la nada.


¡Cuánto me gustaría perder toda conciencia de mi misma y de éste mundo!


Que agradable sería poder morir arrojándose al vacío absoluto...


Algunos problemas, cuando los meditamos, nos aíslan en la vida, nos destruyen incluso: no tenemos entonces ya nada que perder ni nada que ganar.
Los seres humanos no han comprendido todavía que la época de los entusiasmos superficiales está superada, y que un grito de desesperación es mucho más revelador que la argucia más sutil, que una lágrima tiene un origen más profundo que una sonrisa.


¿Por qué me niego a aceptar el valor exclusivo de las verdades vivas que emanan de mi misma?


Quien nunca ha experimentado el sentimiento de esa terrible agonía en la que la muerte nos invade como una fuerza incontrolable que nos ahoga o nos estrangula, ignora el carácter demoníaco de la vida...

La experiencia de la ingenuidad es la única posibilidad de salvación. Pero para aquellos que sienten la vida como una larga agonía, la cuestión de la salvación no es más que una cuestión.

Por otro lado...¿qué importancia puede tener que yo me atormente, que sufra o que piense?
Mi presencia en el mundo no hará mas que perturbar, muy a mi pesar, algunas existencias tranquilas y turbar, más aún a mi pesar, la dulce inconsciencia de algunas otras.
A pesar de que siento que mi propia tragedia es la más grande de la historia, poseo el sentimiento implícito de mi nimiedad y de mi insignificancia. Estoy convencia de no ser nada en el universo, sin embargo, siento que mi existencia es la única real.

A pesar de que la vida me resulta un suplicio, no puedo renunciar a ella, puesto que no creo en lo absoluto de los valores por los que debería sacrificarme. Si he de ser sincera, debo decir que no sé por qué vivo, ni por qué no dejo de vivir. La clave se halla probablemente en la irracionalidad de la vida, la cual hace que ésta perdure sin razón.

¿Y si sólo hubiera razones absurdas de vivir?. El mundo no merece que alguien se sacrifique por una idea o una creencia. ¿Somos nosotros más felices hoy porque otros se sacrificaron por nuestro bien?, pero, ¿qué bien?. Si alguien realmente se ha sacrificado para que yo sea hoy más feliz, soy en realidad aún más desgraciada que él.

Nada debería interesarme ya; hasta el problema de la muerte debería parecerme ridículo; el sufrimiento? estéril y limitado; el entusiasmo? impuro; la vida? irracional; la eternidad? una palabra vacía; la experiencia de la nada? una ilusión; la fatalidad? una broma...si lo pensamos seriamente, ¿para qué sirve todo aquello en realidad?, ¿para qué interrogarse, para qué intentar aclarar o aceptar sombras?, ¿no valdría más que enterrara mis lágrimas en una soledad absoluta?. El problema es que nunca he llorado, pues mis lágrimas se ha transformado en pensamientos tan amargos como ellas.

Después de todo...

Esto es lo que hoy me pasa. Estoy dispuesta a perder hasta las uñas , a sacarme los ojos y exprimirlos como limones sobre la taza de café...

Antes de que caiga sobre mi lengua el hielo del silencio, antes de que se raje mi garganta y mi corzón se desplome como una bolsa de cuero, quiero decirte lo agradecida que estoy, por éste hígado estupendo que me dejó comer todas tus rosas, el día que entré en tu jardín oculto sin que nadie me viera.

jueves, 21 de abril de 2011

Satirion 1.1


Llego el día en que no hubo más que hablar de ti, ni de mí, quedamos varados en la incertidumbre, contemplando al adusto mar imponerse al tiempo. Granítico.

Y henos aquí, pisoteando la edad del mundo, hollando las húmedas entrañas del cielo, oscilando en el ahora, provocando al pasado a tragarnos, sumidos en el azul mortuorio de estos ojos vacíos que se contemplan inmersos.

Pareces tan lejana al recuerdo que tus pasos construyen, que te olvido antes de poder probar las migas de mar que dejan tras de sí. ¡Loado sea el negro espejo que las evapora! Entran lentas por los poros y con igual viveza los inflaman, piel estéril carcomida desde dentro, cuerpo amalgamado de memorias. 

-Huele la brisa como tu piel, infinita y redonda-

Húmedo el silencio diluye la tarde. Y tú, allí, inmutable, con los ojos volados… susurras.