Somnolencia
rapaz, inevitable agonía de un denso transitar vascular. El sueño. La falacia
absuelta, de convención, de tabaco, de amigos, un amor puro cuyo desterrado
destino concluye sin ser.
Zalameras
vibraciones de garganta cansada, ese casi momento en que despierto y me hago a
la idea de este aquí, y pronuncio
para mí la configuración temprana de un recuerdo que se agota, que se ahoga en
la memoria, en la palabra pronunciada, también, Aquí.
Ha de ser tan bello el
mundo como su sueño, ha de ser tan torcido el sueño, temo, temo ser un onírico
beso.
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