jueves, 21 de abril de 2011

Satirion 1.1


Llego el día en que no hubo más que hablar de ti, ni de mí, quedamos varados en la incertidumbre, contemplando al adusto mar imponerse al tiempo. Granítico.

Y henos aquí, pisoteando la edad del mundo, hollando las húmedas entrañas del cielo, oscilando en el ahora, provocando al pasado a tragarnos, sumidos en el azul mortuorio de estos ojos vacíos que se contemplan inmersos.

Pareces tan lejana al recuerdo que tus pasos construyen, que te olvido antes de poder probar las migas de mar que dejan tras de sí. ¡Loado sea el negro espejo que las evapora! Entran lentas por los poros y con igual viveza los inflaman, piel estéril carcomida desde dentro, cuerpo amalgamado de memorias. 

-Huele la brisa como tu piel, infinita y redonda-

Húmedo el silencio diluye la tarde. Y tú, allí, inmutable, con los ojos volados… susurras.

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